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Equipadas

Equipadas 2022 – Disciplinas Espirituales: Una Vida Centrada en Dios

Versos: 1 Timoteo 4:7, 2 Corintios 3:18, Colosenses 3:2-4, Hebreos 12:14. 

Objetivo: Anhelamos reunir mujeres cristianas de nuestro país que tengan un profundo deseo de experimentar una relación más íntima con Dios. Queremos animarlas a conocer, aprender y disfrutar los medios de gracia que el Señor nos ha dejado para acercarnos a él y como ponerlos en práctica para que podamos cultivar una vida en sumisión a él en todas las áreas. 

Fundamento Bíblico y Objetivo del Tema

Para cada cristiano el Evangelio debe ser un recordatorio constante de la Gracia de Dios en su vida, la Salvación que hemos recibido fue gracias a Cristo Jesús quien pago nuestra deuda de pecado satisfaciendo plenamente la exigencia de justicia divina llevando sobre si el castigo que merecíamos por el quebrantamiento de la ley, lo cual ocurrió cuando el murió en la cruz en lugar de nuestro, así que por Gracia y solamente por Gracia disfrutamos somos salvas y no por obras, no hay nada que podamos hacer para obtener esa Salvación tan grande pues Cristo lo hizo por nosotros. (2 Timoteo 1:9, Romanos 5:7-8, Romanos 5:1-2, Efesios 2:8)

Como cristianas necesitamos seguir escuchando el Evangelio de la Gracia todos los días de nuestra vida, y recordarnos que hemos sido perdonadas para vivir nuestros días con gratitud y rendición, sin embargo tampoco debemos olvidar que mientras estemos en este mundo seguimos siendo mujeres con tendencias pecaminosas, nuestros corazones se inclinan al pecado constantemente, a pesar de que somos nuevas criaturas en Cristo, seguimos pecando todos los días en pensamiento, palabra y hecho incluso en nuestras motivaciones. Necesitamos recordatorios constantes de esta realidad para vivir dependientes de la Gracia de Dios y también responder a él en Santidad. 

Iniciamos con esta introducción porque al hablar de Disciplinas Espirituales debemos de partir con el Evangelio, las buenas nuevas de Salvación nos debe animar a vivir una vida centrada en Dios, nos debe impulsar a vivir piadosamente y buscar la Santidad sin la cual nadie vera al Señor (Hebreos 12:14). Si tenemos claro que la Salvación es por Gracia sabemos que ningún esfuerzo humano que hagamos nos otorgará un lugar en el cielo, porque somos insuficientes para salvarnos, Cristo ya lo hizo todo. Sin embargo la Palabra de Dios nos manda a responder a esta Gracia en Santidad, Piedad, frutos dignos de una vida en arrepentimiento, siguiendo las pisadas de Jesús, su deseo de agradar al Padre nos debe inspirar para andar como él anduvo. Somos salvas por Gracia y debemos vivir por Gracia todos los días de nuestras vidas. 

Sólo el amor y la gratitud que surgen al recordarnos que nuestros pecados han sido y son perdonados en Cristo deben motivarnos a vivir una vida centrada en Dios, esto no debe ser una licencia para seguir pecando, o lo contrario, vivir una cristiana por desempeño, buscando “hacer cosas” para obtener algo de Dios, respondemos a El por amor y gratitud.

¿Por qué Disciplinas Espirituales? (1 Timoteo 4:7)

Si usted es una mujer que ha nacido de nuevo, buscará la transformación constantemente, la Palabra de Dios nos enseña que una vez hemos sido salvas, el Espíritu Santo que mora en nosotras nos capacita y nos conduce hacia la Santidad. (Juan 16:13-15, Romanos 8:13, 2 Cor. 3:18)

Este año hemos elegido este tema para animar mujeres cristianas a utilizar los instrumentos que tenemos al alcance para cultivar una vida centrada en Dios. 

Las Disciplinas Espirituales son medios de gracia que el Señor nos ha dejado en su Palabra para acercarnos a él, son prácticas que hacemos y hábitos que promueven el crecimiento espiritual, la devoción personal y el cristianismo experiencial que el pueblo de Dios ha practicado desde los tiempos bíblicos.

Las Disciplinas Espirituales no son actitudes, son cosas que hacemos, como leer, meditar, orar, ayunar, adorar, servir, aprender, etcétera. El objetivo de practicar una Disciplina en particular, tiene que ver con Ser, es decir, ser como Jesús. Pero la manera bíblica de crecer para ser más como Jesús es mediante el hacer las Disciplinas Espirituales bíblicas con la motivación apropiada.

Son instrumentos de bendición para los cristianos porque nos hacen crecer en piedad.

“Disciplínate a ti mismo para la piedad”. La piedad —ser como Jesús— es el propósito, pero el camino dado por Dios para ese propósito es a través de determinadas actividades que se encuentran en las Escrituras, conocidas como las Disciplinas Espirituales. 

¿Por qué hablar de disciplina? Porque Dios anhela que crezcamos a la semejanza de Cristo. No debemos simplemente esperar la santidad; debemos buscarla. “Busquen la paz con todos”, se nos ordenó en Hebreos 12:14 (NVI), “y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor”.

Resaltamos la frase; Sin la santidad, es decir, sin la semejanza a Cristo o la piedad, nadie verá al Señor, sin importar cuál sea tu posición en la iglesia, cuánta Biblia sepas, cuántos discípulos o seguidores en redes sociales tengas, cuántos años tengas de ir a la iglesia, o que tan espiritual te creas. Debes buscar la Santidad y eso es lo que te acercará a Dios y por tanto anhelar y vivir una vida piadosa para El.

Ejercitarnos para la Piedad, requiere intencionalidad, esfuerzo, disciplina como cuando vamos al gimnasio hay que pagar un precio para obtener un resultado, de igual forma debemos ejercitarnos para buscar ser como Jesús, debemos poner todo nuestro esfuerzo en practicar todo aquello que nos conducirá a cultivar un carácter piadoso. No es algo sencillo, requerirá esfuerzo pero más allá de convertirse en una carga, lo hacemos en gratitud como respuesta a esa Gracia tan grande que nos Salvó.

Una porción del Libro “Disciplinas Espirituales” de Donald Whitney lo describe exactamente como quisiéramos plasmarlo en esta descripción:

“La presencia del Espíritu Santo hace que todos aquellos en los que él mora tengan nuevos deseos santos que antes no tenían. Por ejemplo, desean la Santa Palabra de Dios, la Biblia, que solía resultarles aburrida o irrelevante. Tienen nuevos anhelos santos, como el anhelo de vivir en un cuerpo sin pecado y de tener una mente que ya no sea tentada por el pecado.

En 1 Timoteo 4:7 encontramos una respuesta clara: «Disciplínate a ti mismo para la piedad» (LBLA). En otras palabras, si su meta es la piedad —y la piedad es su meta si el Espíritu Santo mora en usted, pues él hace que la piedad sea su propósito— ¿cómo puede, entonces, perseguir ese propósito? De acuerdo con este versículo, usted se disciplina a sí mismo para la piedad.”

Nuestro deseo a través de este tema, es hacer un llamado a cultivar una vida centrada en Dios y una búsqueda de la Santidad en el Cuerpo de Cristo, estamos frente a una guerra espiritual todos los días y muchas mujeres se encuentran desarmadas, estamos siendo constantemente atacadas por muchas mentiras, para nadie es un secreto como se están infiltrado ideologías y pensamientos mundanos dentro de la iglesia, nuestra fe se ve vulnerable en tiempos donde el pecado busca normalizarse, y muchos cristianos no están agudizando sus sentidos espirituales para discernir entre lo bueno y lo malo, ciertamente la Biblia nos habla de que estas cosas sucederán y no estamos ajenas a ellos, sin embargo a pesar de todo esto debemos ser diligentes en cuanto a nuestra Santidad, con mayor seriedad debemos ocuparnos de nuestra salvación con temor y temblor, recordando que el Señor viene por una Iglesia pura y sin mancha. (Efesios 5:27)

Acompañamos este año en Equipadas 2022, juntas aprenderemos  como deleitarnos en Dios y hallar descanso en él. 

Krisia Amey W.

Maestras de la Palabra