Entonces, ya sea que comáis, que bebáis, o que hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”.
1 Corintios 10:31
¿Cómo vas con tus propósitos planteados para este nuevo año? Algo común que tenemos todas es plantearnos metas a cumplir al iniciar el año, que nos llevan a ordenarnos, establecer hábitos y llenar nuestras agendas con notas por cumplir.
Pero desde Maestras de la Palabra, deseamos iniciar este blog haciendo dos comentarios importantes:
Primero, en nuestro corazón se encuentra el anhelo que a través de la Palabra podamos comprender que como cristianas nuestros planes deben ser llevados en oración al Padre. con tal de que cada uno de ellos nos lleven a glorificar a nuestro Dios, en todas las áreas de nuestras vidas y espacios donde nos desempeñemos ( 1 Corintios 10:31)
Y segundo, el hacer propósitos y administrar correctamente nuestro tiempo es una bendición, siempre y cuando comprendamos que todo lo que somos y tenemos le pertenece a Dios. Esto quiere decir que la soberanía del Señor está sobre nuestros planes, nuestros caminos no son Sus caminos, ni nuestros pensamientos son Sus pensamientos (Isaías 55:8)
Definimos propósitos para enfocarnos, para disciplinarnos, para mejorar y para ser mejores mayordomos de lo que nos ha sido entregado en nuestras manos. Sin embargo, no podemos dejar de recordar que somos siervas de Dios y no de nuestra lista de propósitos de año nuevo.
Entonces, ¿Qué consejos puedo seguir para establecer mis propósitos en este año nuevo y que glorifiquen a Dios?
- Buscá y priorizá las cosas de arriba:
“Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios” Colosenses 3:1
Es imposible que hagamos lo que Dios quiere, sin antes ser. Si hemos sido resucitadas con Cristo, nuestros planes apuntarán a buscar y dar la gloria verdadera a Dios y no buscar nuestra gloria. Disfrutamos de una libertad hermosa que nos ha sido entregada por medio de Jesucristo, ¡no usemos esta libertad para acomodarnos a las cosas terrenales, vanas y transitorias de este mundo!.
Este puede ser un buen año para priorizar incorporarte a un discipulado o estudio bíblico, para poner a disposición del Señor y de tu iglesia local los dones que Dios te ha dado, tener tiempos devocionales familiares diarios o hacer un alto en el camino e invertir en tu ser, algo que todas necesitamos priorizar en nuestras vidas y crecimiento espiritual.
- Pon tus propósitos y esfuerzos en oración ante Dios:
“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” Juan 15:4-5
Presentá en oración tu lista de planes al Señor, porque la fuerza, la determinación, la disciplina, la gracia y todo lo que necesitamos para esforzarnos y alcanzar esos propósitos dependen de Él, porque separados de Él nada podemos hacer.
También podés elegir a alguna persona de confianza, madura y que pueda darte un consejo sabio para que te apoye en oración y te de ánimo en este recorrido, Si tenés una mentora o discipuladora, puede ser la persona ideal para compartir aquellas cosas que querés cambiar o mejorar durante este año.
- Aseguráte de que tus propósitos estén alineados con la Palabra de Dios:
“Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos”. Salmo 19:8
En la Biblia encontramos todo el consejo que necesitamos para saber sobrellevar cada área de nuestras vidas y tomar decisiones. No importa si sos soltera, casada, viuda, si tenés hijos o no, si sos joven, adulta o anciana; la Palabra es nuestra guía para avanzar en el camino que agrada y glorifica a Dios.
- Hacé todo para la gloria de Dios:
A algunas les será muy fácil proponerse y cumplir metas relacionadas con la lectura de la Biblia o la oración, pero no será así si son metas relacionadas con el orden de las finanzas o la administración del tiempo. La realidad es que somos cristianas y debemos esforzarnos porque esto se refleje en todas las áreas de nuestra vida, Pablo nos recuerda en 1 Corintios 10:31 que “todo lo que hacemos deberíamos hacerlo para la gloria de Dios”.
¿Estás usando tu tiempo para la gloria de Dios?, ¿Usás tu cuerpo para la gloria de Dios?, ¿Reflejan tus finanzas una vida que glorifica a Dios?, ¿El tiempo que pasás con tu familia glorifica a Dios?. Sin duda alguna, estas preguntas nos dan pie a definir y escribir nuestros propósitos para este nuevo año.
Tenemos un Dios bueno, que extiende su misericordia cada día para nosotras, dándonos una nueva oportunidad con ella, en este 2021 ¡haz todo para la gloria de Dios!